El final de Bangkok (Visita Recomendada)

Exactamente, este es el final de Bangkok, aquí es donde Bangkok acaba y comienza el mar. Este es un primer plano del fin de la macrourbe y con el golfo de Tailandia como fondo.

Hoy Jueves, he querido ir a ver el final de esta siempre sorprendente ciudad. Esta al Sur, al Sur, al Sur, para llegar ahí, tan solo hay que ir hacia el Sur, no hay perdida. Bajas y bajas hasta que te encuentras con el mar.

Lógicamente, esta zona queda bastante alejada, del llamemosle "centro urbano", con lo que no hay manera de llegar por Skytrain o por metro. Así, que he decidido ir en autobús de linea.
He ido en Skytrain hasta la parada de Wongwian Yai (dedicaré mas adelante, una entrada a esta zona de Bangkok, ya que fue donde residí, durante mi primer año y medio, antes de trasladarme al área de Sathorn).

El sistema de autobuses de Bangkok es muy complejo, existen cientos de lineas diferentes, lo mejor que tiene, es que los precios son muy muy bajos y además operan las 24 horas del día.
Subí al autobús numero 76, el cual va hacia el Sur y te acerca hasta la zona de Hua Krabue.

Tras unos 45 minutos de viaje, ya estaba allí. Lejos del centro y mas cerca del mar. Hua Krabue, es un área tailandesa, en la cual es complicado encontrarse con extranjeros, es una zona de trabajadores, muy tranquila y con todo tipo de actividades, tanto empresariales, como culturales y de ocio.
De aquí, podía haber bajado hasta las proximidades del mar en un pick up

Pero no lo hice, opté por bajar en taxi, ya que por norma, las carreteras que llevan hacia el mar, siempre tienen interesantes lugares para visitar, así que por 150 bahts, subí a uno de ellos y cuando algún lugar me parecía interesante, simplemente paraba el taxi y este me esperaba hasta que volviera.
Uno de los lugares en los que paré, fue este pequeño pueblo, ubicado entre lagunas y con aproximadamente 8 o 10 casas, no mas.

Tiene sus propias "lagunas", en las que cultivan gambas y también pequeños moluscos.

Utilizan sistemas de pesca bastante anticuados, pero extremadamente prácticos. Muchos locales, en esta zona, viven de la cría y comercialización de gambas y pequeñas almejas.

Y bueno, una vez finalizada esta visita y tras un par de paradas mas en los puestos que estos autónomos ponen a ras de carretera para vender parte de la producción.

Llegué hasta el punto en el cual, ya solo se puede continuar o a pie o en bote. Lo que es interesante de ver, es el como según uno va acercándose al mar, cada vez se ve menos tierra en los alrededores y todo comienza a convertirse en lagunas y criaderos de pescados (tanto particulares como industriales). El paisaje merece la pena.
Aquí despedí a mi taxi y comencé a pensar el como llegar hasta el final. La zona es una carretera que esta plagada de restaurantes de pescado y de marisco, los precios son muy bajos, ya que están orientados a clientela local y no puedo hablar por propia experiencia, pero apostaría a que la calidad de lo servido es muy elevada.

Existen pequeños botes pertenecientes a pescadores, que por una módica cantidad te acercan por agua.

Y que te llevan por los canales y klongs de la zona, bonita experiencia sin duda.

Aunque esta vez, yo preferí hacer el recorrido a pie, son unos 7 kms hasta llegar al mar (mas otros 7 de vuelta), pero pensé que tan solo ver los caminos y en especial los manglares que aparecerían hasta llegar al final merecería la pena. Así que comencé mi paseo.

Cruzando un pequeño puente que atraviesa el canal principal, ya uno se introduce en lo que es el tramo final del recorrido. Y de repente, aparece este simpático personaje

Lo primero que uno ve es una enorme laguna articifial, creada única y exclusivamente para la cría de gambas.

Con su sistema de pesca, que aunque no lo parezca, es bastante complejo.

Las gambas, se pescan mediante redes de arrastre que se atan a ambos lados de una barca pesquera y se arrastran por encima del fondo.  Una gran barra de hierro, que suele medir entre 6 y 9 metros, se apoya en los dos patines que tiene en los extremos. En el lado posterior de la barra se engancha una red de malla fina (que tiene forma de cucurucho). Justo delante de la red hay un burlón con diábolos. Esta cadena, a la cual se han añadido anillas de plástico o goma, se encarga de que las gambas se asusten, salgan disparadas hacia arriba y vayan a parar a la red. Al cabo de unas 2 horas de arrastrar la red, se iza y la pesca se lleva a bordo.

Bordeando el lago, se ve lo que ya se sabia que iba a haber, un largo, pero muy interesante recorrido.

El camino, se hace mas que ameno, ya que a tu paso, te vas encontrando de todo. Ejemplo de manglares que se ven. La mayor parte de ellos son zonas totalmente inaccesibles, debido a su alta densidad.

Andando, andando y andando, uno piensa que no va  a ver civilización hasta que se vuelva, pero estaba equivocado, de repente aparece esta pintoresca zona habitada.

Y cruzando este puente

Se acaba el asfalto y comienza un recorrido sobre estructuras de madera.

Y vuelve a aparecer algo de civilización, que por lo visto se alegraron de mi presencia,  ya que quien ahí vive, junto con sus 9 perros, se acercaron todos de golpe a saludarme.

Tras un intercambio cultural de impresiones y alguna directriz que me dio de como llegar al mar, me encuentro con esto, la verdad es que choca que ahí haya una puerta que te indique un horario de entrada y salida, pero bueno, los horarios son los horarios y hay que respetarlos. Solo se puede estar tras esa puerta desde las 07:00 hasta las 18:30. recomiendo no saltarse ese horario, ya que andar a oscuras por lo que queda de camino, podría incluso a llevar riesgos, lo cual justifica el aviso.

Este tramo final, tiene una longitud de aproximadamente 4 kilómetros y resulta muy ameno el atravesarlo. Lo primero que se ve al cruzar la puerta, es esto, lo cual ya te hace intuir que va a estar muy bien la visita y que los casi 14 kilómetros de caminata entre ida y vuelta merecen la pena.

El desafío:

Los 4 kilómetros siguientes son ver manglares impresionantes, por cierto, estos kilómetros de manglares, purifican el agua y la limpian de gran parte de sus impurezas, las raíces, deben de absorberlas, con lo que el agua pasa al interior,llega ya en parte mas limpia de forma natural.

Andando y andando y respirando un aire tremendamente puro.

Se intuye que ya se acaba el camino y se divisa el mar, con lo que Bangkok llegará a su final.

Vistas de la zona

Aquí con cuidado, eh?

Tras estar un muy buen rato mirando, hay que decir que se esta muy cómodo en este lugar,no se la razón, quizás sea la extrema calma que uno siente, emprendí el paseo de vuelta.

Tras unos kilómetros, se divisa de nuevo algo civilizado.

Y un descanso de 10 minutos para beber algo, se agradece, ya que el paseo ha sido largo y con calor.

De nuevo llegué a la carretera principal y ahí, subí al pick up 19, que me llevo hasta Hua Krabue de nuevo.

Han sido bastantes kilómetros los andados hoy, así que apetecía un buen chapuzón. Lo tuve fácil, ya que mi amigo Xavier, justo estaba en la zona y fui a su piscina a mojarme un rato y descansar en la tumbona.

Después del baño, la merecidisima cerveza tras una agotadora jornada. 

Ya de noche, coger algo de fuerzas con una típica cena thai en buena compañía.

Y tras la cena y aprovechando que los autobuses funcionan las 24 horas, regresé a casa y dormí como una marmota. 

Y esto,  ha sido el resumen de una visita,  que para quien disponga de tiempo algún día y quiera ver algo nuevo y diferente la considere como una opción. 

Comentar que existen restaurantes en el trayecto desde Hua Krabue hasta el mar, que deben de ser de los mejor que hay a nivel de pescados y mariscos, y como hay autobuses de vuelta continuamente, si os apetece daros un homenaje, ya sabéis que hacer.

Si tenéis alguna duda o queréis ampliar información, tan solo preguntármelo.